Hola Grisselita, ¿así te llaman tus papis no? Pues así te llamarán hasta que igual de pequeñita tengas muy poco. Eso junto a Grichi, Grichimoony, Grichita. Tú preferirías que te llamen Griss, y en algún momento desearás llamarte Harumi. Espera a que suceda, y verás la magia que logra en ti.
Eres la hija mayor, porque tus hermanitas acaban de nacer. Eso te dará muchas responsabilidades, tómalas con calma. No quieras ser perfecta siempre, ni quieras ser la mujer maravilla, así te disfraces de una. En los momentos en los que seas imperfecta, tus hermanas igual verán en ti su modelo a seguir, su compinche, su estrella guía, porque ellas sabrán que siempre estarás allí cuando te necesiten. Sólo que tómate las cosas con calma, ser sobreprotectora no te ayudará.
Tendrás una infancia diferente, una infancia que muy pocos niños tienen, metida en un mundo mágico de luces, cámaras de televisión y caracterizaciones. ¡Disfrútalo que serán los mejores años de tu vida! Y aprende mucho, porque tendrás a la mejor maestra que tendrá la paciencia de sentarte en sus piernas y enseñarte a hablar con un lápiz entre los dientes. No tengas miedo, verás que lo que aprendas en esos años, te servirá para toda la vida. ¡Y los amigos que encontrarás! Descubrirás amor, amistad, compañerismo, pero también aprenderás qué es la envidia y la maldad. Cuando lo descubras, no temas, todo es parte de la vida.
Nunca te dejes intimidar si te dicen que eres demasiado sensible por llorar. Eres capaz de demostrar tus sentimientos, hazlo cuando puedas. Y si te dicen llorona, pues diles que sí, así eres. Solo las personas más fuertes son capaces de mostrar sus sentimientos de la forma que tú lo haces. Y está bien. Nunca te sientas mal por llorar. Ni por reír a carcajadas, que también te sale muy bien. Ni por molestarte. Y aprende a vivir tu rabia, lo necesitarás para cuando seas más grande.
Estudia mucho, y disfruta el don maravilloso que tienes de aprender y transformar. Serás capaz de absorber como una esponjita todo lo que te cuenten y trasladarlo a tu aprendizaje diario, y te sacarás buenas notas siempre gracias a ese don. Aprovéchalo para dar tu milla extra, para demostrar ese talento, pero también ayuda a otros. Que no se quede ese talento en ti. Cuando lo hagas, descubrirás la magia de enseñar. Yo sé por qué te lo digo, cuando seas más grande lo entenderás mejor.
Sufrirás grandes pérdidas a lo largo de tu vida. La más dolorosa llegará cuando estés terminando el colegio. Sólo no te sientas culpable por ella, y aprovecha en darte toda entera con las personas a las que aprecies. No importa si un día descubres que esas personas hablan mal de ti a tus espaldas, no importa si te dejan notas anónimas diciéndote que te odian y muchas cosas negativas más. Te van a doler, pero descubre el placer de siempre darte entera a los que consideres tus amigos, así ellos no lo valoren, con el tiempo lo harán.
Sé fuerte, amorosa y valiente. Aprende a sacarle la vuelta a los problemas, a sonreír frente a ellos. Te caerás muchas veces, y llorarás por ello, pero verás que cuando te levantes será mucho más fortalecida, y hazlo siempre con una sonrisa.
Aprende a comer verduras, algún día necesitarás comerlas por tu salud. Sufrirás de migrañas y colesterol, pero nada de eso te apagará, estrellita, nada. Brillarás en lo que decidas emprender.
Sé amable contigo misma. No seas dura. Eres humana, y ser humano es ser imperfecto. Reconoce tus logros, abrázalos con amor y compártelos con quienes ames. Que los pocos que lo hagan de regreso encontrarán un corazón cálido y siempre dispuesto a entregarlo todo. Será lo que aprenderás de las pérdidas.
El trabajo no lo será todo, aprende a balancear tu vida. Para de vez en cuando y date la oportunidad de no hacer nada. Está bien, no vas a perder nada por eso. Al contrario, los momentos contigo van a ser los más productivos de tu vida, porque van a estar dedicados a ti.
Toma riesgos, viaja, toma todas las cervezas que quieras, y aprende a hacer amigos así no hablen tu mismo idioma. Cómprate los pasajes de avión que necesites, visita las ciudades que quieras, con las personas que quieras. Y deja ese bendito teléfono apagado. Disfruta cada momento de desconexión.
No tengas miedo de tus sueños. Sueña, y mucho. Cada sueño te va a decir algo, solo estate atenta a lo que quieran decirte. Las respuestas siempre van a estar en ti. Lleva una bitácora, anótalos porque la mente es frágil. Y si ya soñaste con tu colegio inicial y con tu patio de lava, déjame decirte que es uno de los pocos sueños que recordarás toda tu vida.
Escúchate mucho. Las respuestas para todo siempre estarán en tu corazón.
Da pasos fuertes, no uses tacones (no serás buena para usarlos), y camina descalza de vez en cuando. Conectarte con tus raíces te hará sentirte poderosa en todo momento. Porque, mi querida Grissel, eres una bruja, y como buena bruja tendrás el poder de transformar lo que toques, si así lo quieres. Hazlo cuantas veces quieras, no importa si lo que haces no recibe el reconocimiento que quieres. A veces solo es cuestión de actuar.
Confía en ti misma, en tu poder personal, en tus dones. Haz magia a donde vayas, que el universo te recompensará por eso. Confía y todo llegará a ti.
Disfruta la vida, y toma la decisión de mostrar esa sonrisota (que a los treintaitantos decidirás arreglar) siempre y en todo lugar, en el Perú, en Argentina, en Bélgica, en Francia o a donde decidas irte. Sé feliz, Grisselita, sé feliz siempre.
Tu futura yo de 37 (sí, aún seguiremos por aquí).
Griss