lunes, diciembre 17, 2018

La Decisión




Desde hace 3 años vivo sola. O bueno… vivo en dos casas a la vez. Un cuarto rentado en San Borja, y la casa de mis papás en Comas a la que voy los fines de semana. La transición a vivir sola, si bien no fue sencilla, no me generó mayor estrés. Aprendí lo que era vivir conmigo misma, conociéndome, encontrando ciertos TOCs cada vez más marcados, y reflexionando mucho. Aprendí a disfrutar el silencio de mi habitación, y a conversar con la luna o con mi almohada (y de vez en cuando chatear con mi familia).

La transición a vivir sola fue bastante positiva, y aprendí a manejar mis tiempos, y a disfrutar del tiempo libre que tenía para mí misma. Pude hacer mucho más cosas de las que pensé que sería capaz de hacer: comencé a dictar clases en la universidad, a pasar más tiempo con mi novio, a organizar un poco mejor mi día, entre otras cosas. Y obviamente, le saqué el jugo completamente a no tener que estar 5 horas en el tráfico sin hacer nada más que dormir (o estar parada súper atenta cuidando la mochila, ya saben, mucho choro en la calle).

Aún así, había algo que no me terminaba de quedar claro en mi vida. Tengo una relación de más de 8 años con el chico de mi vida. Sin ganas de casarnos por el momento, y con la idea de tener hijos todavía aún fuera de los planes, la relación que tuvo muchos más momentos buenos que malos, iba bastante bien, pero sin decisiones aún.  Si bien la claridad de ambos sobre el futuro de la relación estaba en nada, un día comenzamos a buscar departamento.

La verdad no recuerdo muy bien las razones por las que comenzamos a hacerlo, me imagino que por nuestras cabezas pasaba la misma idea: queremos vivir juntos. Nunca lo conversamos. Solo lo hacíamos. Visitábamos uno, otro y otro proyecto tratando de encontrar alguno que se acomodara a nuestros gustos. Hasta que lo encontramos.

Estamos a días de recibir nuestro depa. Y lo que más ansias me genera es saber que pasaré de vivir con mis padres, a vivir sola, a vivir con otra persona completamente distinta y complementaria a la vez. Y que esta transición ha sido veloz, extrañamente sin contratiempos y prácticamente en un mes.

¿Cómo lo hicimos? ¿Cómo encontramos el lugar ideal? ¿Cómo accedimos al préstamo hipotecario? ¿Cómo nos irá en esta nueva etapa? Para eso hice estos post, para calmar mi ansiedad escribiendo (en lugar de comiendo) y si puedo ayudar a alguien que esté en esta misma etapa compartiendo cómo nos va, pues espero hacerlo bien.

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